Sin la Biblia no se puede entender en toda su amplitud la cultura española ni la occidental. En la Exhortación Apostólica postsinodal Verbum Domini, Benedicto XVI la ha definido como "un gran código para las culturas", "que contiene valores antropológicos y filosóficos que han influido positivamente en toda la humanidad".
Con motivo de la publicación por parte de la Conferencia Episcopal Española de una nueva versión castellana de la Sagrada Biblia, los pasados días 7, 8 y 9 de febrero se celebró en Madrid un Congreso sobre La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia.
El Cardenal Marc Ouellet ha dicho en dicho Congreso sobre la Sagrada Escritura, que la Biblia ha modelado el alma de Europa, su historia y su vida cotidiana. Pertenece a su cultura y define, por así decirlo, su código genético. Sabemos bien que la Sagrada Escritura ha penetrado profundamente en el territorio europeo, tanto en las instituciones cristianas que tan repartidas se encuentran por el viejo continente, como en las obras de arte, literatura y alta sabiduría que ha inspirado.
Sabemos también, sin embargo, que en las últimas décadas, una profunda crisis sacude los cimientos de la cultura europea; una nueva razón de Estado impone su ley y trata de relegar a un segundo plano las raíces cristianas de Europa. Pareciera que, en nombre de la laicidad, la Biblia debería ser relativizada, para disolverse en un pluralismo religioso y desaparecer como referente cultural normativo.
Este acertado diagnóstico nos coloca ante un complejo contexto cultural en el que, a medio y largo plazo, tenemos que ir trabajando para reavivar las raíces escondidas o ignoradas.
La nueva evangelización, que como ha señalado el Papa, pasa por buscar vías para abrir al hombre moderno el acceso a Dios, requiere un conocimiento profundo de la Palabra de Dios porque difícilmente vamos a poder anunciarla si no la conocemos, y si una vez conocida, no la colocamos en un lugar preferente dentro de la vida y la misión de cada uno de los cristianos y de la Iglesia en su conjunto.
LAS RAICES CRISTIANAS DE EUROPA: En las provincias greco romanas, el cristianismo se inició como un movimiento laico: La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores de la paideía griega, que tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador utilizando el discurso filosófico, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos). El apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). A partir de entonces, los pueblos helénicos tomando a Cristo como ejemplo de lo que es la trascendencia humana, lo siguieron no como Dios, sino como hombre, a fin de alcanzar los fines de la paideia (la supra humanidad); por ello lucharon por helenizar el cristianismo estructurando la fe conforme a la razón. Tarea a la que se avocaron: San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría (utilizando el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,),. Lo cual propició el choque entre culturas ante la oposición radical e intransigente de los príncipes de la sinagoga al uso de la razón en cuestiones sagradas tendente a evitar que se helenizara el cristianismo para mantenerlo sujeto a la Sinagoga. Desde entonces el talón de Aquiles de la doctrina de la Iglesia ha sido el profetismo judío y el fideísmo bíblico, al abrogar la enseñanza sobre el uso de la razón en cuestiones de fe que Cristo había revelado metafóricamente al ciego de nacimiento (Jn IX, 39), para hacer un juicio justo de nuestras creencias a fin de encontrar la verdad que nos liberara de las falsas certezas de la fe que nos mantienen ciegos__ Provocando en los pueblos cristianos la estulticia generalizada y la entronización del oscurantismo, al olvidar las raíces helenistas de nuestra cultura; lo cual ha convertido las Iglesias en sinagogas, los sacerdotes en rabinos, los cristianos en siervos del gobierno mundial judío, y el judeo cristianismo en religión basura. Así el movimiento cristiano dejó de ser laico y dejó de perseguir los fines últimos de la educación en la paideía; y por ello, no hemos alcanzado la sociedad perfecta ni la trascendencia humana. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD
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